Ingredientes:
1500g de Cabrillas
800g de Tomate triturado
2 Cebollas medianas
1 Pimiento verde
4 Hojas de Laurel
1 Cabeza de Ajo
Un toque de Pimienta negra molida
3/4 de cucharadita de Cilantro
1 y 1/2 de Cucharadita de Comino molido
1/2 Cucharadita de Orégano
Sal
Pizca de Guindilla en polvo
100ml de vino fino
Aceite de Oliva Virgen Extra
Preparación:
Para limpiar las cabrillas haremos como con los caracoles. Les daremos varios baños de agua hasta que salga limpia, libre de hierbas y tierra.
A continuación pondremos las cabrillas en un bol grande junto con cuatro cucharadas de sal. Removeremos unos minutos para que suelten toda baba o mucosidad.
Ahora los lavaremos bajo el chorro del grifo, frotando las cabrillas con ambas manos hasta que queden libres de babas.
Para que nos queden bien limpias haremos esta operación 2 veces.
Tras el lavado las pondremos en la olla rápida con tres dedos de agua, a fuego muy bajo y semitapadas. Así daremos tiempo a las cabrillas para salir de su concha antes de que el agua llegue a hervir.
Mientras en una sartén con un poco de aceite saltearemos la cebolla y el pimiento muy picaditos hasta que se doren ligeramente.
A continuación trituraremos el salteado con mitad del tomate. Después le añadiremos el resto del tomate y removeremos.
Cuando las cabrillas hiervan unos minutos, desespumaremos el caldo y lo reservaremos, en su mayor parte, en una jarra.
Ahora verteremos el tomate sobre las cabrillas.
El siguiente paso son las especias molidas: Un buen toque de pimienta negra, cilantro, comino, orégano y pizca de guindilla en polvo.
También añadiremos el vino, 4 hojas de laurel, una cabeza de ajo entera con piel y un poco de sal.
Removeremos comprobando el espesor que queremos que tenga la salsa. Para corregirla utilizaremos el agua de la cocción que teníamos reservada.
Cerraremos la olla y cuando suba el pitorro dejaremos cocinar 10 minutos. Listo y a comer.
Una salsa especiada de tomate que acompaña esas maravillosas cabrillas de un modo irresistible.